Baracoa: el paraíso perdido de Cuba

Baracoa conserva los rincones vírgenes más espectaculares de Cuba


Vista aérea de la ciudad de Baracoa
Baracoa fue el escenario de la película “Robinson Crusoe”. Las características de la ciudad de Baracoa sirvieron al director Thierry Chabert para rodar “Robinson Crusoe”, protagonizada por Pierre Richards. Exuberante naturaleza, playas vírgenes y cocoteros hasta la misma arena. Así es nuestra pequeña ciudad. Creo que este paisaje hace justicia a la personalidad de los baracoesos: somos hospitalarios, nos encanta recibir visitas y, sobretodo, nos fascina conocer otras culturas a la vez que compartimos nuestras costumbres y nuestro modo de ver la vida.

Casita de pescadores de Baracoa
Baracoa estuvo aislada del resto del mundo durante años. Hasta hace poco sólo se podía llegar por mar. Debido a este aislamiento Baracoa se ha conservado tan natural y tan virgen hasta hoy. Actualmente se puede llegar por carretera. También en avión, puesto que tenemos un pequeño aeropuerto llamado “Gustavo Rizo”.

El Yunque de Baracoa (al fondo)
Baracoa es la ciudad más antigua de Cuba. Lo primero que encontró Cristóbal Colón al desembarcar en la mayor isla de las antillas fue la ciudad de Baracoa. Era 27 de noviembre de 1492. El agua cristalina de nuestras playas y la majestuosa naturaleza que aquí encontró dejaron perplejo al almirante, hasta el punto que llegó a querer no irse de aquí nunca más. En su diario, Cristóbal Colón escribió: “Baracoa es la más hermosa cosa del mundo”. Llegó hasta aquí siguiendo la silueta de nuestra montaña más emblemática: “El Yunque”.

Mesa de frutas en El Yunque
Una mesa llena de frutas tropicales espera a los senderistas que suben a “El Yunque”. Es un macizo calcáreo de 560 metros de altura, de cima aplanada, que se ve incluso desde alta mar. Si os gusta el senderismo, no os perdáis la excursión hasta la cumbre de esta montaña. Las vistas que encontraréis son magníficas, y a medio camino os esperará un guajiro (campesino cubano) con una mesa repleta de frutas recién cogidas y cortadas. Por un por de dólares (CUC cubanos) podréis probar toda la fruta que queráis. Hay incluso quién viene a Baracoa sólo para degustar las frutas de este guajiro.

Actuación de Omi Ilhet en Baracoa
Baracoa respira cultura repleta de colorido. Unas cuantas galerías de arte amenizan las pintorescas calles del centro de esta pequeña ciudad. Se exhiben pinturas y esculturas que reflejan la historia de Baracoa. Yo recomiendo que nadie deje echar un vistazo a La Casa de la Cultura. Es un centro donde, entre varias actividades, actúan en directo grupos de música afrocubana. El cantante y percusionista del grupo Omi Ilhet es un muy buen amigo mío. Él mejor que nadie puede explicar la esencia de las historias que transmiten las piezas musicales de su espectáculo. Por cierto, la entrada es gratuita tanto a las galerías de arte como a la Casa de la Cultura. Pero todo donativo que se pueda aportar de buena voluntad es muy bien recibido.   

Leidi de noche baracoesa... :)
Cada sábado se celebra la “noche baracoesa”. Toda la ciudad se concentra en los alrededores del parque central cada sábado, a partir del atardecer. Celebramos lo que llamamos la “noche baracoesa”. Autóctonos y visitantes compartimos música, charla y algún que otro trago de ron. En la misma calle se instalan unos cuantos chiringuitos que sirven bocadillos típicos de Baracoa a precios muy económicos, puesto que se paga en pesos cubanos (CUP) –nuestra “moneda nacional”-. Estos bocadillos son de carne de puercos criados en plena naturaleza.       

Iglesia Parroquial de Baracoa
En Baracoa se conserva la única cruz original de las 29 que Colón trajo a América. Es La Cruz de la Parra, y se encuentra en la iglesia Parroquial de Baracoa. Fue un símbolo de cristiandad que Cristóbal Colón trajo en su primer viaje a tierras americanas. Colón plantó 29 cruces, pero sólo se conserva la nuestra. Está considerada la reliquia histórico-religiosa más antigua del encuentro entre Europa y América.






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